Hay una cosa que te quiero decir…

Sí, hay una cosa que te quiero decir. Quizás varias. Sí, a ti, al lector. Eres muy afortunado porque estás leyendo esto: ¡la primera entrada de mi primer blog! Y yo estoy muy contenta de que lo estés haciendo. Además estoy muy contenta porque ¡ha nacido mi primer bebé virtual! Como mamá bloguera primeriza que soy, todavía tengo muchas dudas y lagunas, pero como dice el dicho, deja que tu instinto te lleve. Y eso es lo que voy a hacer. Acabo de salir a la superficie del mundo del blog.

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Te voy a contar la historia del porqué decidí convertirme en bloguera y como sucedió. Hace un año decidí empezar una nueva carrera, la de Comunicación, que en mi caso engloba el periodismo, la comunicación audiovisual y la publicidad. La cuestión es que me di cuenta por fin de que estos ámbitos siempre me habían interesado mucho, sobre todo porque de este modo, puedo desarrollar mi pasión por la escritura y mediante los conocimientos que adquiera podré también llegar mejor a la gente y transmitir mejor la información.

Mike Licht en Flickr

Mike Licht en Flickr.

La idea de un blog ya había surgido con anterioridad en mi cabeza, sobre todo, porque utilizo Facebook principalmente para leer la crónica y llegar a un gran número de noticias, artículos o acaecimientos de los que no sé de su existencia, y los suelo compartir dejando, a veces, mi opinión. Entonces la idea del blog era perfecta si quería indagar un poco más, hacer hincapié o aportar más información. Esto haría que yo aprendiera en muchos sentidos y que a su vez, pudiera aportar ayuda valida a otros (algo que también me interesa mucho).

Entonces, sin pensarlo mucho más, me puse manos a la obra. Como me gusta la tecnología, ya que crecí con ella desde pequeña y todavía sigo impresionada como una niña por la magia que puede producir un solo clic (sin conocer el truco, claro), y nos llevamos bastante bien, decidí tirarme de lleno en la piscina, posiblemente como Michael Phelps cuando vio una por primera vez. Elegí la web de alojamiento, el nombre y sobre qué iba a tratar y me sorprendí de lo fácil que podía ser manejar WordPress, que fue la web que elegí. Pero claro, llega un punto en que llegan las complicaciones y en que nadar a lo perrito o a lo ranita ya cansa. El instinto básico ya no funciona. Es el momento de empezar a entrenar para los Juegos Olímpicos de los Bloggers.

Y así, entre la búsqueda de información sobre lo que no entendía, probar temas de fondo para el blog que me gustaran, elegir una buena cámara con la que trabajar, pensar en todo lo que iba a publicar y dedicarme al resto de tareas que tengo, entre otras cosas, ha pasado ha pasado un mes. Mientras tanto, he descubierto innumerables blogs y páginas que te ayudan a la elaboración de tu blog, además de un montón de cosas interesantes que me muero por compartir. Es realmente un lujo poder contar con todas esas personas que comparten sus conocimientos y sus puntos de vista, y con ello sólo puedo estar más que agradecida y contribuir en la comunidad online todo lo que pueda.

Y bueno, ahora ya conoces mi pequeña historia de como empezó todo esto. Y sí, hay una cosa que te quiero decir: “muchas gracias por leerme y espero que vuelvas”. 🙂

Maite M.